Atención, si sientes la necesidad de querer orinar con frecuencia, dolor después de hacerlo y seguir quedando con la sensación de que no lo hiciste, estás en presencia de una infección urinaria.
La vagina es una cavidad muy delicada, por ende es muy propensa a contagiarse de microorganismos. Existen dos posibles infecciones, la primera es por el extremo inferior de las vías urinarias, esto se encuentra ubicado exactamente por donde la mujer orina. La segunda es que exista un contagio por medio del flujo sanguíneo, lo que resulta mucho más peligroso, porque afecta directamente a los riñones.

Las causas de la infección generalmente es producida por bacterias, sin embargo, también los virus, hongos o parásitos pueden ser los ocasionales. El doctor Roberto Rodríguez, ginecólogo obstetra, recalca que la cistitis “Es una enfermedad infecciosa muy común en las mujeres y hay múltiples factores que promueven la posibilidad de la infección urinaria, el hecho de aguantar la orina mucho tiempo, el hecho de no tomar líquido cotidianamente, el hecho de tener una alteración en la anatomía, que puede hacer que se produzca un estancamiento o dificultad en el vaciamiento de la vejiga, que puede terminar en una anomalía anatómica”.
Cuando se comienza a tener relaciones sexuales con más frecuencia es mucho más probable que comience la infección urinaria. “La actividad sexual promueve la posibilidad de estas infecciones, porque en la mecánica del sexo, la penetración genera compresión de la uretra, la cual es muy cortita que mide 1,5 cm, y ese mecanismo hace que muchas mujeres que están con vida sexual activa hagan infección urinaria sobre todo si más encima tiene un factor agravante como la falta de agua o aguantar la orina”, explicó el doctor Rodríguez.
Cabe mencionar que el pH de la vagina se altera con o sin preservativo, porque la mayoría tiene un lubricante que se llama noxilin 9, que es antibacteriano. La vagina tiene un pH ácido y es normal que se tenga, y al usar preservativo mata a la bacteria que regula la acidez de la vagina, generando que esta altere su pH, por lo que deja en evidencia que el preservativo no libera de una posible infección urinaria.
En las mujeres diabéticas o menopáusicas también se presenta la cistitis con mucho más frecuencia, debido a que la uretra tiende a ser mucho más corta, ya que mide aproximadamente 7 mm, por ende deben cuidarse el doble para no contraer estas infecciones.
Los síntomas más frecuentes es el dolor al orinar, pero específicamente al final del chorro, después de orinar quedan con sensación de que no vaciaron bien la vejiga, y a los 5 minutos de nuevo se tienen ganas de ir al baño, botando poco líquido. Al presenciarse estos síntomas es muy recomendable asistir a un ginecólogo para que trate de manera personalizada la infección de cada mujer.
Con respecto a la cura de esta infección, “el tratamiento depende del tipo de paciente, del tipo de bacteria, porque normalmente cuando uno tiene el auto cultivo, y detecta la bacteria y detecta cual es el antibiótico que efectivamente está asociado a la mejoría, es necesario estudiarla para saber cuál es el que vamos a usar”, aseguró Roberto Rodríguez.
“Además es preciso descubrir si hay un factor desencadenante en el caso de sexualidad para evitar que se produzca una infección urinaria nueva, entonces se busca una prevención, es decir el tratamiento del episodio más la prevención de futuros episodios”, afirma.
Para evitar esta infección te aconsejamos beber 1,5 litros de agua al día, no aguantar la orina, evitar el alcohol, la cafeína y el tabaco, ya que son agravantes a esta enfermedad. Al orinar procura secarte de adelante para atrás y usa ropa de interior de algodón. Ya lo sabes solo depende de ti que te encuentres en perfectas condiciones de salud.