El cantante boricua encantó a más de 45 mil fans que lo fueron a ver en su primera vez en el Estadio Nacional. Si quieres más detalles del show de Ricky, ¡Lee esta nota!
Mariela Aravena
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SANTIAGO.- 45 mil fanáticos llegaron al recinto de nuñoa para ver en vivo el espectáculo del puertorriqueño en la celebración de los 125 años de la tienda Falabella, empresa que trajo al artista y que saca cuentas alegres al transformar este concierto en un «mega evento».
Fue una hora y cincuenta minutos en donde el cantante repasó las distintas etapas de su carrera musical, donde el ritmo sostenido del inicio, marcado por el pulso bailable de éxitos como «Come with me», «Adrenalina» y «Shake your bon-bon» fueron sólo una primera pasada de hits.
Luego vendrían las canciones que más fervor causan en la fanaticada como, por ejemplo, «Livin’ la vida loca», con el cantante y su cuerpo de baile en avanzada sobre una tarima al frente del escenario y rodeada de público, «Dime que me quieres» y un amplio set de baladas en las que Martin se explaya con títulos como «Tal vez», «Te extraño, te olvido, te amo» y «Fuego de noche, nieve de día», muchos de ellos coreados en masa por las y los fans.
Este fue el preámbulo más calmado para una nueva sección bailable que volvería con temas como «Vida», «La bomba», «Pégate» o «La copa de la vida», guardada para el final antes de único bis con la balada «A medio vivir» y un cierre con pirotecnia, veinte minutos antes de la medianoche y tras veinticuatro canciones en directo.
Ritmo, seducción, baladas, letras en inglés, bailes, saborizantes latinos, una cuota de responsabilidad social empresarial, confeti, llamaradas, fumarolas, fuegos artificiales y un constante llamado a la fiesta: todos los artículos están en su lugar y debidamente organizados a lo largo de un show sin pausas. Ricky Martin instaló su multitienda propia ayer en el Nacional, y el público lo compró todo.